Desvelando el misterio de la obesidad visceral: por qué la cirugía no es suficiente
La obesidad visceral, también conocida como obesidad central, es una afección en la que la grasa se acumula en la cavidad abdominal, rodeando importantes órganos internos como el hígado, el páncreas y los intestinos. Este tipo de grasa es diferente de la grasa subcutánea, que se encuentra justo debajo de la piel. Si bien la grasa subcutánea se puede tratar a través de procedimientos como la liposucción o la abdominoplastia, la grasa visceral se encuentra más profundamente en el cuerpo y no se puede eliminar quirúrgicamente (SpringerLink).

¿Por qué es peligrosa la obesidad visceral?
La grasa visceral no es solo una capa pasiva de almacenamiento. Es metabólicamente activo y libera hormonas y sustancias químicas que pueden interferir con las funciones normales de su cuerpo. Los niveles altos de grasa visceral están relacionados con un mayor riesgo de problemas de salud graves, tales como:
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Enfermedad cardíaca: La grasa visceral contribuye a la inflamación y puede provocar la acumulación de placa en las arterias, lo que aumenta el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular (SpringerLink).
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Diabetes tipo 2: Se asocia con la resistencia a la insulina, lo que dificulta que el cuerpo regule los niveles de azúcar en la sangre.
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Presión arterial alta: El exceso de grasa visceral ejerce más presión sobre el sistema cardiovascular, lo que aumenta la presión arterial.
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Enfermedad del hígado graso: La grasa que rodea el hígado puede provocar su disfunción e incluso la cicatrización del hígado (cirrosis) con el tiempo.
¿Por qué la cirugía no puede eliminar la grasa visceral?
Los procedimientos como la liposucción y la abdominoplastia están diseñados para eliminar la grasa subcutánea, que se encuentra justo debajo de la piel. Sin embargo, la grasa visceral se almacena en el interior de la cavidad abdominal, rodeando los órganos vitales, lo que la hace inaccesible a través de la cirugía. Además, algunos estudios sugieren que la liposucción puede conducir a un aumento compensatorio de la grasa visceral si no se combina con actividad física regular (Oxford Academic).
El papel de la liposucción y la abdominoplastia en el tratamiento de la obesidad
Si bien es cierto que la liposucción o la abdominoplastia no pueden eliminar la grasa visceral, aún pueden desempeñar un papel importante para los pacientes que luchan contra la obesidad. Las personas con obesidad visceral severa a menudo tienen una tasa metabólica basal baja y pueden tener dificultades para lograr resultados significativos solo con la dieta y el ejercicio. De hecho, los estudios sugieren que la tasa de éxito de la pérdida de peso a través de cambios en el estilo de vida es inferior al 8% para las personas con obesidad.
Al eliminar la grasa externa a través de procedimientos como la liposucción o la abdominoplastia, los pacientes pueden experimentar una mejora dramática en su apariencia, lo que puede servir como una poderosa motivación para adoptar hábitos más saludables. Este renovado sentido de motivación a menudo aumenta la probabilidad de superar la obesidad y mantener el control de peso a largo plazo.
¿Cómo puedes saber si tienes obesidad visceral?
A diferencia de la grasa subcutánea, la grasa visceral no es visible desde el exterior. Sin embargo, una cintura grande puede ser un indicador. Para la mayoría de las personas, una circunferencia de cintura de más de 35 pulgadas (88 cm) para las mujeres y de 40 pulgadas (102 cm) para los hombres sugiere una cantidad poco saludable de grasa visceral. El índice de masa corporal (IMC) también puede proporcionar una pista, pero no distingue entre los tipos de grasa.
La forma más precisa de medir la grasa visceral es a través de técnicas de imagen como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, pero estas no se usan comúnmente debido a su costo y complejidad. En su lugar, los médicos pueden evaluar factores de riesgo como la relación cintura-cadera y el estilo de vida general.
¿Cuáles son las causas de la obesidad visceral?
Varios factores contribuyen a la acumulación de grasa visceral:
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Dieta poco saludable: Alto consumo de alimentos azucarados, procesados y grasas trans.
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Falta de ejercicio: Los estilos de vida sedentarios hacen que sea más difícil quemar calorías y grasa.
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Estrés: Los altos niveles de estrés pueden provocar desequilibrios hormonales, en particular un aumento del cortisol, que promueve el almacenamiento de grasa en el área abdominal.
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Genética: Algunas personas están predispuestas a almacenar grasa en la región abdominal.
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Envejecimiento: A medida que envejecemos, nuestro metabolismo se ralentiza y los cambios hormonales pueden provocar la redistribución de la grasa.

¿Cómo se puede reducir la grasa visceral?
La buena noticia es que la grasa visceral responde bien a los cambios en el estilo de vida. Estas son algunas estrategias efectivas:
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Alimentación saludable: Concéntrese en una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras, cereales integrales y grasas saludables. Evite los azúcares añadidos, los carbohidratos refinados y los alimentos procesados.
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Ejercicio regular: Trate de realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de ejercicio vigoroso por semana, combinado con entrenamiento de fuerza.
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Manejo del estrés: Practica técnicas de relajación como meditación, yoga o ejercicios de respiración profunda.
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Sueño adecuado: La falta de sueño puede alterar las hormonas que regulan el apetito y el almacenamiento de grasa. Trate de dormir de 7 a 9 horas de calidad cada noche.
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Limite el consumo de alcohol: La ingesta excesiva de alcohol puede contribuir al aumento de peso, especialmente alrededor del abdomen.
Opciones médicas para tratar la obesidad visceral
Si bien los cambios en el estilo de vida son la base para reducir la grasa visceral, algunas personas pueden necesitar intervenciones médicas adicionales. Las opciones incluyen:
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Medicamentos e inyecciones: Los medicamentos recetados o los tratamientos inyectables como Wegovy o Mounjaro han demostrado ser eficaces para reducir el tejido adiposo visceral (PLOS ONE).
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Terapia conductual: Abordar los factores emocionales y psicológicos a través del asesoramiento o la terapia puede ayudar a las personas a superar las barreras para la pérdida de peso.
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Cirugía Bariátrica: Para las personas con obesidad grave y riesgos de salud asociados, la cirugía bariátrica, como el bypass gástrico o la gastrectomía en manga, puede considerarse como el último recurso para lograr una reducción de peso significativa.

Conclusión clave para los pacientes que están considerando la liposucción o la abdominoplastia
Si bien los procedimientos como la liposucción y la abdominoplastia son altamente efectivos para remodelar su cuerpo al eliminar la grasa subcutánea, no abordan la grasa visceral. Sin embargo, estos procedimientos aún pueden ser un paso significativo para superar la obesidad. Para los pacientes con baja motivación o éxito limitado con los métodos tradicionales de pérdida de peso, los resultados visibles de la cirugía pueden proporcionar el estímulo necesario para adoptar hábitos más saludables. La combinación de procedimientos quirúrgicos con cambios sostenibles en el estilo de vida y, si es necesario, tratamientos médicos, puede conducir tanto a mejoras estéticas como a beneficios para la salud a largo plazo.